martes, 4 de diciembre de 2012

Los Tr3s

Confieso que mi amor por Los Tres surgió por culpa de Café Tacvba. Esas canciones del Vale Callampa son para gustarle a cualquiera y, entonces, uno empieza a investigar, a buscarle y a descubrir a estos talentosísisisimos chilenos y, claro, termina enamorado. Era algo un poco vergozante esto de conocerlos por ósmosis hasta que el viernes pasado me di cuenta que no soy la única. Prueba irrefutable: las canciones que la gente más coreó en El Plaza fueron, justamente, las del Vale Callampa. En mi defensa diré que, además, de esas cuatro canciones, "ya manejo lo que vienen siendo muchas más". 

Hay que decir, además, que nunca había ido al Plaza. ¡Error! porque es el mejor lugar para conciertos en el DF (todavía no conozco el Auditorio Blackberry, pero por el nombre, no creo que sea bueno): chiquito, bonito, hipster (ni modo que no, está en la Condesa) y con una acústica inmejorable. Es como estar en la sala de un amigo, pasándola de lo lindo. Además, puedes comer y tomar cualquier tipo de alcohol (para el adulto contemporáneo que con una chela se le inflama el estómago esto, sin duda, son puntos a favor del lugar). 

Estaba emocionada desde muchos días antes, porque nunca los había visto en vivo y creo que ya eran los últimos que me quedaban en la lista de héroes-musicales-que-tengo-que-ver-antes-de-morir.  ¡Qué emoción! Los teloneros, Comisario Pantera, la verdad, hicieron muy bien su trabajo: buenos y breves, así que doblemente buenos. Sólo se echaron cinco rolitas, suficientes para prendernos y ponernos a todo y a tono. 

Muy puntuales salieron Los Tres a las 22pm y sí, confieso, se me salió la lágrima Remi: "camino, camino sin ti, por tu sendero que no tiene fin, paso por ciudades sin hablar, piso senderos y mar". Más sorpresa cuando se aventaron su súper hit, "La Torre de Babel" (o "la del tabaco", como la bautizó mi mamá) como segundo canción. ¡¡¡Ufff! Y de ahí pa'l real. Pura rola chida y una tras otra, tras otra, tras otra. Estos muchachos son mucho mejores de lo que uno se imagina. Álvaro Henríquez es súper carismático y se ve bien chido con su "buki-look" que, yo insisto, es una peluca. "Titae" Lindl, otro personajazo que disfruta el escenario como el que más y Ángel Parra que, por si no lo sabían, es nieto de Violeta Parra... o sea, puro virtuoso por este lado. 

Me agradó mucho, como siempre, que tocaran las canciones que me gustan (y que me sé), pero también me gustó mucho conocer canciones que no había escuchado (por cierto, me pueden regalar discos de Los Tres, porque sólo tengo Freno de Mano). Esas canciones realmente llegan, te ponen a bailar y cuando pones atención a la letra resulta que te vienen bien, te quedan perfectamente ¡hasta magos resultan estos muchachos!: "los recuerdos harán que te olvide, los recuerdos harán que te olvide, los recuerdos harán que te olvide, que no se te olvide acordarte que me tienes que olvidar". ¿O qué tal si te dicen: "me arrepiento de las palabras que te regalé, de decisiones que sin pensarlas tomé por ti, de abrumadoras sombras que para ti compré"?, como diría Nayelli: "¡qué fuerte!". Y luego también hay para la colectividad y para los problemas de la América Latina y/o el subdesarrollo tan pintoresco: "yo quiero que te caigas y que caigas de rodillas, te escupan en la cara y que sepas morir, nunca he deseado mal a nadie, ésta es mi primera vez", ¿me estás oyendo, (ponga aquí el nombre de su presidente/expresidente favorito)?

Sé que es muy parroquial de mi parte, pero es que es inevitable hacer la comparación entre estos muchachos y los tacvbos. La conclusión de Diego, con la que coincido plenamente es que son alter egos: ambos se formaron en los últimos años de la década de 1980, esto quiere decir que empezaron cuando eso de hacerle al rock era complicado; han optado por ser cagados y no divos, especialmente en el escenario; tienen un frontman que engancha sin robarle escena a los demás y; combinan ''el rock" con música tradicional de sus países: Café Tacvba tiene a Alejandro Flores y Los Tres a María Esther Zamora y Pepe Fuentes a quienes, además, les dan todo el protagónico mientras están en el escenario (otro gesto de la sencillez de estos muchachos). Pero, sin duda, lo mejor es que ambos grupos se caen bien y se admiran. El día anterior, se echaron palomazo en la FIL de Guadalajara... la verdad, pensamos que harían lo mismo en el DF, pero no fue así (¡hijoles, si eso hubiera pasado, hasta Diego hubiera derramado la lágrima Remi... es más, hasta Vene que ni los conocía!). Pero, en descargo, Los Tres tocaron las canciones del Vale Callampa seguiditas y con los arreglos de Café Tacvba, juro que en "Déjate caer" sólo les faltó el bailecito ridículo de los tacvbos. Y ya para no dejar, le hicieron un arreglo a "La espada y la pared" para que cantáramos "Aviéntame".  Chido, pues, que uno pueda ser fans de ambos grupos sin que haya celos de ningún lado.  Luego viene la poca estratégica y muy incómoda discusión de cuál versión es la mejor... pero no voy a responder esa pregunta ahora. 

Otro gran momento de la noche fue cuando estábamos ahí de lo más tranquilo escuchando "He barrido el sol", cuando de pronto ¡zas! la chica del bikini azul, ja, ja, ja. No, no es cierto, de pronto, con un simple (no tan simple) movimiento de acordeón ¡madres!  se escuchan acordes muuuy conocidos que no son otra cosa que el "Jefe de jefes" de los mismísimos Tigres del Norte. ¡Órale! Yo sé que lo han hecho desde hace algunos años, lo hicieron en el Vive, pero yo nunca los había visto y entonces me emocioné harto. Súper arreglazo, porque eso de pasar de "no es tan fácil ser feliz cuando opacaste el barniz que pintaste verde, azul, gris, que quitaste a espaldas de mí, que pintaste verde" a "soy el jefe de jefes, señores, me respetan a todos niveles, mi nombre y mi fotografía nunca van a mirar en papeles, porque a mí el periodista me quiere y si no mi amistad se la pierde" y que uno siga flojito y cooperando no lo hace cualquiera.

Luego se despidieron, pero volvieron para tocar "Bolsa de mareo" (¿qué es eso que miras y no se ve?) y "La espada y la pared". Pensamos que regresarían pero ahora sí ya no. Nos prendieron las luces y, muy inteligentes, los del Plaza nos pusieron "guitarras blancas" de los Enanitos Verdes para que no nos alebrestáramos y empezáramos con el mexicanísimo: "¡Cu-le-ros!" (ocurrencia no científica del momento: el vandalismo se combate con música y no con balas de goma). 

Y así, se fueron Los Tres de Chile. Ahora sí ya se puede acabar el mundo y si no, espero que vuelvan pronto o, mejor, que me vaya a verlos a Chile. Si no los conocen, no sé qué esperan. Vayan ya a comprar sus discos... o pídanselos a Los Tres... Reyes... igual se los traen.


El setlist:

Camino
La Torre de Babel
Cárcel, hospital y cementerio
Silencio
Hojas de té
Feria verdadera
De hacerse se va a hacer
Lo que quieres

Con María Esther Zamora y Pepe Fuentes: 
Norma mía
Me casé con un sargento
Marisquito rico
El cuerpo malo
Mándame quitar la vida

Diabla
Traje desastre
Te desheredo
Tírate
Olor a gas
Amor violento
Déjate caer
Quién es la que viene allí
Minor Swing
La primera vez
He barrido el sol
Jefe de jefes

Encore:
Bolsa de mareo
La espada y la pared /Aviéntame